La ansiedad es uno de los trastornos que más afectan a la población y que cuentan con la sensación de angustia como característica principal. Este síntoma puede aparecer en las personas cuando se encuentran en situaciones de estrés o cuando sufren trastornos como el obsesivo compulsivo (TOC), de estrés postraumático, hipocondría, depresión, anorexia o bulimia, adicciones o trastornos de personalidad, entre otros.
Sea como sea, la ansiedad provoca la activación de dos sustancias en el cuerpo, adrenalina y cortisol, responsables de la manifestación física de la ansiedad y son más frecuentes en mujeres. Estas sustancias se producen por la activación del cuerpo de una alerta para adaptarse y reaccionar frente a una situación que considera de amenaza.
Los síntomas físicos que puede producir la ansiedad son los siguientes:
La tos que puede producir la ansiedad es producto de un aumento en la frecuencia respiratoria, que provoca sensación de falta de aire, dolor al inspirar, opresión en el pecho, rinitis…
Las cefaleas, la pérdida de memoria, la falta de atención, el mareo, los desmayos, las contracturas, el dolor lumbar o cervical, la tensión muscular, los mareos o la visión doble son algunos de los síntomas físicos relacionados con el sistema nervioso a través de los cuales se manifiesta la ansiedad.
Uno de los trastornos de ansiedad que más se producen son los relacionados con el aparato digestivo, como diarrea, estreñimiento, dolor abdominal, acidez gástrica, reflujo náuseas, vómitos o dificultad para tragar.
Tener taquicardias es muy frecuente en personas que sufren ansiedad. Esto está relacionado con sentir palpitaciones, la hipertensión o las anginas de pecho.
La piel también sufre los síntomas de la ansiedad. Se manifiesta en forma de sudoración, palidez, picor, hormigueo, piel fría, eccemas, alopecia o canas.
La inapetencia sexual está relacionada con la impotencia, la eyaculación precoz o la frigidez. De igual manera, se produce dolor al orinar o micción frecuente.
La ansiedad también provoca que otras enfermedades que el paciente sufre empeoren, como la gastritis, la taquiarritmia, la hipertensión arterial, la diabetes, el hipotiroidismo, el acné, el glaucoma, la infertilidad primaria, la migraña o el asma, entre otras.
También existen otros síntomas que provoca la ansiedad y que son considerados secundarios porque muchas veces se sufren sin ser conscientes de ellos, por eso, en ocasiones, se realizan consultas médicas en primer lugar con profesionales como el cardiólogo, el neumólogo o el neurólogo, sin saber que esos síntomas podrían desaparecer si se trata la ansiedad con un psiquiatra y se elimina.
Estos síntomas físicos que produce la ansiedad son uno de los problemas ante los que hay que actuar a tiempo y seguir un tratamiento específico para mejorar la calidad de vida. Esto es así ya que limitan la vida familiar y social, y afectan al rendimiento en el trabajo, así como a la relación con uno mismo y a la manera de ver la vida, enfrentar las situaciones o solucionar los problemas.