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2) Arantxa Sánchez Vicario

El tenis en España no se podría entender sin la aportación de Arantxa Sánchez Vicario. Ella fue una de las mejores del mundo antes que Rafa Nadal, y a lo largo de su carrera deportiva sumó grandes éxitos. Consiguió 3 triunfos en Roland Garros: en el Abierto de EEUU y dos en medallas olímpicas.
Todo ello le reportó suculentos ingresos, fortuna que convirtió en un amplio patrimonio que gestionaba, de forma modélica, su familia. Por desgracia, a partir del año 2003 las cosas empezaron a irle mal.

Hacienda entró en escena, y la condenó a pagar atrasos de alrededor de 5,3 millones de euros. Se trataba de dinero que la tenista habría eludido pagar en impuestos entre 1989 y 1993, trasladándose a Andorra. La reacción de Arantxa fue culpar a sus propios padres, con los que rompió cualquier tipo de relación.
Cuando parecía que la cosa iba mejorando, volvió a ser investigada por no pagar el IRPF y el Impuesto de Patrimonio entre los años 2008 y 2011. Finalmente, no le quedó más remedio que reconocer que estaba totalmente arruinada.

La guinda del pastel llegó en 2018, cuando tras divorciarse de su segundo marido salió a la luz todo lo que trataba de esconder. Arantxa acumulaba una gran cantidad de deudas millonarias, embargos y una denuncia por impago del Banco de Luxemburgo. Lo que ningún medio de comunicación ha conseguido aclarar es si la tenista llegó a arruinarse por completo en algún momento o no.
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