3) Lola Flores

El nombre de Lola Flores es bien conocido en nuestro país. Hizo historia en el mundo del flamenco, y triunfó como cantante, actriz y dueña del tablao Caripén, uno de los más importantes de la ciudad de Madrid en los años 60. Conocida como La Faraona, según sus amigos más cercanos tuvo una profunda devoción por las joyas, en las que invertía una gran cantidad de dinero.
A lo largo de su carrera fue pionera en muchas cosas, pero hay una parte de la historia que ella misma habría preferido olvida. En 1989 se convirtió en una de las estrellas de la música española que Hacienda llevó a juicio por haber eludido el pago de impuestos. Lola Flores fue denunciada por no haber presentado la declaración de la Renta entre los años 1982 y 1985.

En total, la cantante se había ahorrado 56 millones de pesetas, que equivalen a 312.000 euros, toda una fortuna para la época. En su defensa, alegó total desconocimiento. De hecho, fue en una de sus comparecencias cuando pronunció sus famosas palabras:
"Si una peseta diera cada español, no a mí, a donde tiene que darlas, quizás saldría de la deuda". La Faraona no se dio por vencida, peleó hasta el final con varios recursos antes el Tribunal Supremo y el Constitucional, hasta que finalmente fue condenada.

Su condena fue de 16 meses de prisión, pena que no implicaba su ingreso efectivo en la cárcel. Además, tuvo que pagar una indemnización de 28 millones de pesetas, una pequeña parte de los 140 millones que se le pedía abonar en total.
En definitiva, la que fue una de las mayores artistas de nuestro país se vio abocada a la ruina absoluta. Años más tarde, su hija mayor Lolita también sufrió apuros económicos, por las pérdidas de su tienda de ropa.